martes, junio 24, 2008

Molestias

Hoy tu día fue bastante desgastante: digamos que no hiciste absolutamente nada, o no tenías los medios para hacer lo que querías. Toda la gente a tu alrededor está recriminándote constantemente, no te sientes agusto con nada. Tu computadora ha muerto, la que te prestaron te está dando problemas. No encuentras dónde canalizar tanta energía y enojo, ¿qué hacer?

Son tantos los caminos para soltar un coraje, que no siempre nos conformamos con uno. Desde tamborilear la mesa con los dedos, rascarnos la cabeza, jalarnos los cabellos, hasta decidir matar al primer cristiano que se cruce por nuestro camino. No conformarse con uno, o sencillamente encontrar el mejor.

¿Qué te hace sentir bien?, tal vez una llamada haría el truco. Los que tengan su diario se lo contarán a el, otros mentaremos madres en nuestros fabulosos diarios públicos que llamamos blogs, los demás se conformarán con contárselo a alguien. Diversas técnicas que se han utilizado, pero que en ocasiones no conforman una suficiencia tal como para volver al balance o la paz interior tan deseada. Quizá no dejar sola a esa persona también ayude a canalizar.

miércoles, junio 18, 2008

Un día de estos...

"Un día de estos voy a correr desnudo por las calles, o quizá por una playa"

¿Cuántas veces hemos hecho aseveraciones como esta? Muchas, pocas, numerosas o contadas. Es cierto que, como decía en entradas anteriores, pasamos mucho tiempo deseando hacer cosas, wishful thinking. Hay momentos en que estos desaparecen, ¿cuáles?

Quizá nunca nadie ha dicho que tiene todo: el que tiene amor, malamente se conformaría con el que tiene, pues siempre se debe esperar que ese amor mutuo, o incluso el propio, crezca. El conformismo es una posición bastante peligrosa, aunque a veces cómoda y estable. El que tiene dinero, muchas veces quiere más, y lo quiere más el que no lo tiene. Cuando se deja de tener estas aspiraciones es, desgraciadamente, cuando no se cumplen o las circunstancias no apoyan para seguirlas fomentando. Es cierto también que en ocasiones nosotros mismos somos el obstáculo para que no se cumplan: no me va a pelar, no me van a dar permiso, me van a colgar. El peor enemigo que tenemos somos nosotros mismos, al limitarnos muchas veces. Todo, con un poquito de ganas, y a veces, con los recursos necesarios, se puede lograr. La vida se basa muchas ocasiones en sueños: metas a corto o largo plazo, deseos que se pueden cumplir y otros que no pasan de ser sueños guajiros, pero a fin de cuentas que son los que te impulsan a continuar. Una meta que no se ha logrado puede ser un gran empuje para seguir adelante.

¿Qué quiero decir? Simplemente que siempre se tiene que buscar algo nuevo, lograr algo más. Es fácil decir no puedo, es imposible, pero como dije antes también en este espacio: es mucho mejor hacer que las cosas estén bien, no pretender que lo están.

Todo a su tiempo.

viernes, junio 06, 2008

martes, junio 03, 2008

Adiós

Definitivamente, las despedidas más difíciles son las que vienen acompañadas de una promesa de retorno.

No es que un adiós definitivo no sea difícil de decir y difícil de afrontar, es el hecho de que el saber que esa persona regresará crea una angustia que se va acrecentando conforme pasa el tiempo, y aunque suene tonto, es cada vez más grande al acercarse la fecha del tan ansiado regreso.

Saber que la persona está, y no tardará en volver, hace que el deseo de volverle a ver se haga más grande. Ante una despedida final, lo único que queda es la resignación: al no tener una expectativa, o no tener más esperanzas, lo más sano es hacerse a la idea. No desperdiciar el tiempo deseando cosas que no sucederán.