jueves, mayo 28, 2009

A Little Piece of Heaven

Esta es la entrada número 300 de este blog, no sé de que iba a escribir, pero en este momento me gustaría reventar la pantalla de la computadora por culpa de las estúpidas ventanas del msn. Uno está jodido y todavía se empeñan en restregárnoslo en la cara. De verdad, life is such a bitch.

Creo que no tengo nada interesante qué decir, solamente que amo la canción de título. Pueden escucharla si le puchan aquí.

Pues bueno, tres centurias de entradas, de las cuales puedo decir que fácil el 80% son quejas o desvaríos melancólicos. El debate social o filosófico se terminó cuando mi cordura minó, y no se dónde carajós quedó, y me vale madre que lo anterior haya parecido verso. Total, uno tiene un blog esperando que lo lean esos ojos algún día, pero no llega, pues ya qué. Además, ¿qué va a leer?, ni que le importara demasiado.

Ya me voy, esa presión rara en el pecho sigue creciendo, así que creo que me iré a desintoxicarme.

El blog está de fiesta, y no hay nadie en la misma.

miércoles, mayo 13, 2009

Crecer y Pertenecer

Empecé escribiendo regularmente este año, ya estoy próximo a cumplir las 300 entradas a este blog. Qué lástima que mi escritura solamente fluya cuando estoy melancólico.

Este disco de Forseps me gusta por eso: está plagado de melancolía. José Fors escribe de manera que hace que me sienta identificado en varias de sus letras. De igual manera, no por nada Dr. Frankenstein me impresionó tanto, creo que en algún punto, mi vida fue como la de El Ente.

Pedir que las cosas no cambien es un tema bastante escabroso. Desde el hecho de cortar ese lazo, esa idea, esa ilusión, las cosas ya están cambiando. Los sentimientos y las maneras de pensar no cambian de un día para otro. Es un paso gradual, pero cuando te bombardean con lo mismo no es nada fácil. Es un dilema: el bienestar cortando por lo sano, o seguir con la debilidad de corazón ante el ser amado.

Lástima que no hay respuestas a estos enigmas.

martes, mayo 12, 2009

Luz

No es raro creer que se ha encontrado la luz al final del tunel. Es cuestión de qué tan desesperados estemos por salir: la mente es poderosa y puede crear ilusiones muy grandes que solamente crean una estabilidad momentánea.

No es fácil salir del túnel, está obscuro y no se ve claramente dentro. La luz es un tanto difusa, el huracán se había calmado, solamente porque estábamos en el ojo. Las cosas no cambian de un día para otro, una lástima que los sentimientos tampoco.

Todo tiene su fin, en algún momento. La tormenta pasará, pero no se sabe si la nave podrá afrontarlo. Es duro no caer, y a veces es necesario para poder volver a levantarse.

Pediste cosas muy difíciles, amor mío.


Pronto volveré a escribir, este estado de ánimo me ayuda a hacerlo.




martes, mayo 05, 2009

No hay luz en casa, pero con la vela alcanza...

En casi todo el transcurso de mi vida, he encontrado canciones que se adecúan perfectamente a momentos en la misma. Hace algunos meses, tenía un par de canciones que describían totalmente mi situación. Ahora, solamente queda esta:


Hoy no voy a cantarle al sol, ni al mar,
ni a las estrellas, ni a casitas de muñecas.
Hoy solo quiero contar cómo me siento,
estoy viviendo un día en blanco y negro.
Así que no me vengan a hablar de amor
porque yo soy un monumento al mal humor
y mi sonrisa siempre fue una mala actriz.
¿Cómo puede una ciudad estar tan gris?

No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
y en un revés a mi destino, un día de estos yo me animo.

Hoy no hay metáforas, hoy voy a ser sincero
las cosas no me están saliendo como quiero.
Es una tarde donde siento que una fiesta
sería dormir 35 años al siesta.

De vez en cuando caigo en estos agujeros,
pide licencia el humor que siempre tengo.
Soy mil de azúcar para una sola de sal,
tengo derecho yo a sentirme un día mal.

No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
y en un revés a mi destino, un día de estos yo me animo.

Me voy a ir a vivir a la montaña,
donde todo es poco pero igual alcanza.
Me voy a ir a vivir a la montaña,
y que me despierte el sol en la mañana.


La montaña - Los Caligaris.

It's No Good

¿Quieren conocer la historia de mi vida?

Ayer comprobé que llevo récord perfecto: hasta la fecha, todas las mujeres por las que me he muerto -no, en serio, literalmente- me han mandado a volar. Sea por alguien más o porque no soy lo suficientemente bueno -claro, a veces gustaría creerlo, ¿no?-, o porque alguien se adelantó, pero siempre termino casi como esa imagen de película barata: en la lluvia, con las flores en la mano, el corazón destrozado y con cara de derrota.

Soy dramático, no me importa. Es lo que siento. Siempre me ha pasado así. Es curioso, lo platicaba con una amiga hace rato: siempre que he querido entregarme al máximo, cuando siento que por fin ha llegado la oportunidad de experimentar algo parecido a lo que es el cariño en pareja, me cortan las alas. A mis 22 años no puedo decir que he vivido una relación fructífera, quizá con mucha pasión, cariño, entrega, o algo que se le parezca. Siento que me estoy tardando -no digan que todavía estoy joven-, o será que a este punto ya se me hace justo que en esa ruleta en que apostamos todos me toque un gane.

Alguien me dice que le doy mucho peso, o que baso mi felicidad en otra persona. Puedo decir que en el plano personal es lo único que me falta: alguien con quien compartir lo que tengo. Quizá no es mucho, pero creo que es lo más preciado que tengo.

En estos momentos es cuando mi personalidad un tanto "fría" me desespera. Necesito sacar toda la tristeza y frustración que tengo atoradas en el pecho. Es una extraña sensación, una presión muy peculiar, que no es nada desconocida para mí. Hablar, escribir, la música, nada sirve. Intento llorar pero no me salen las lágrimas. Reprimo demasiado mis emociones, y cualesquiera que sean. Creo que es por eso que en esta ocasión fallé: no te demostré a tiempo que te quiero.

Llámenme corazón de motel: los gustos me duran muy poco. Díganme: la que sigue. Yo les diría que he tenido suficiente en ese asunto. En veces, me pongo a pensar que realmente me voy a quedar solo, o que quizá me falta todavía trabajar en lo que el sexo opuesto piensa de mí. Tengo demasiados complejos, y muchos me han estado deteniendo bastante.

No pido ayuda, no quiero que me tengan lástima, no quiero nada. O sí, sí quiero muchas cosas, pero son cosas que jamás me he atrevido a pedir -y creo que hoy no será la excepción-. Definitivamente, tengo problemas. El primer paso para solucionar los problemas es aceptarlo, desgraciadamente, hay unos que no se solucionan con coraje solamente.

¿De qué sirve externarse? Aparentemente, de nada. Finalmente, el que lo haya dicho no hizo más diferencia que el haberme quedado callado. No creo que tú te pases las noches que yo pasé en vela, pensando en tu amor.


Otra vez, tengo el corazón entumido.

lunes, mayo 04, 2009

Cruda soledad

Extraño y apartado, siempre inadaptado,
ha sido así, siempre así.
Amargo e inseguro, en este cuarto oscuro,
ha sido así, y es así.

Me siento discapacitado, necesito ser amado,
pero no es así, nunca ha sido así.
No quiero ser un hombre roto, ser como cualquier otro,
pero no así, así.

Sé que soy diferente, y tú sabes por qué,
me duele ver a la gente amándose.
Cruda soledad, la cruda soledad me ahoga.
No puedo respirar, no puedo soportar la cruda soledad.

Nunca he disfrutado tener alguien a mi lado,
ha sido así, siempre así.
¿Quién me dará ese momento? ¿Quién me dará su tiempo
solo para mí? A mí.

Sé que soy diferente, y tú sabes por qué,
me duele ver a la gente amándose.
Cruda soledad, la cruda soledad me ahoga.
No puedo respirar, no puedo soportar la cruda soledad.

Sé que soy diferente, y yo bien sé por qué,
me duele ver a la gente amándose.
Cruda soledad, la cruda soledad me ahoga.
No puedo respirar, ya no puedo soportar la cruda soledad.




La melancolía ha vuelto.

viernes, mayo 01, 2009

Este blog se caracterizaba por su melancolía...






... y todo parece indicar que esa melancolía no tarda en regresar.