Me gusta escribir como el demonio: me vale madres.
La noche se hace larga y la cajetilla parece eterna; igual la compañera eterna de batallas.
Se hace interminable, se hace inabordable. Termina todo pero empieza todo un mundo nuevo. Fuera inhibiciones, fuera traiciones. Estos días, eres tú, sin siquiera pensar en quién está alrededor.
¿Comodidad? No, simplemente un gusto.
¿Quién no se siente agusto en su propio territorio? Cualquiera afirmaría la expresión. El que no, que vaya a un loquero, nada más.
¿Traición? No, sencillamente, diferentes maneras de pensar: el Marqués de Sade me entenderá.
De frente se dicen las cosas: una pantalla puede ser muy cómoda. Si tengo algo qué decirte, no dudes que te lo diré. Si no tengo nada qué decir, mi boca permanecerá cerrada.
¿Me entiendes? Es tu pedo.
La noche se hace larga y la cajetilla parece eterna; igual la compañera eterna de batallas.
Se hace interminable, se hace inabordable. Termina todo pero empieza todo un mundo nuevo. Fuera inhibiciones, fuera traiciones. Estos días, eres tú, sin siquiera pensar en quién está alrededor.
¿Comodidad? No, simplemente un gusto.
¿Quién no se siente agusto en su propio territorio? Cualquiera afirmaría la expresión. El que no, que vaya a un loquero, nada más.
¿Traición? No, sencillamente, diferentes maneras de pensar: el Marqués de Sade me entenderá.
De frente se dicen las cosas: una pantalla puede ser muy cómoda. Si tengo algo qué decirte, no dudes que te lo diré. Si no tengo nada qué decir, mi boca permanecerá cerrada.
¿Me entiendes? Es tu pedo.