Si no es el hecho de verte el que me lastima, sino el sentir como me tratas. Una vez más, tengo que toparme con esa absurda realidad que yo creí ya haber aceptado, es más, que según yo ya era mía. Darme cuenta de que el tiempo no ha hecho nada conmigo no es lo difícil, es saber que todo lo que hice terminó siendo una fachada, un pasatiempo para dejar de sentirme miserable por tí e inevitablemente volverte a pensar solamente por unos momentos y dejar que te fueras clavando, poco a poco, como sueles hacerlo.
Escribirte no es fácil, pero no es nada complicado: me mueve el deseo de exterarme, de romper el paradigma del silencio perpetuo que guardan muchas partes de mi persona y de una vez más, quizá no la última, dejar que todo salga poco a poco.
Lo hago por protección: ¿De qué sirve irte a dar en la madre en el muro?, ¿Tiene alguna utilidad tener que darte unos madrazos de vez en cuando? Sí, porque regresas a la realidad: te das cuenta de que realmente estás vivo. Pero esta vez no, no estarás en mis líneas. ¿Por qué? No quiero terminar de nuevo en el suelo, no quiero volver a toparme en ese muro tan familiar, no quiero que esta vez tu tibieza me afecte como suele hacerlo. Esta vez quiero dejarte ir.
Como dice la cancion: no es por eso que haya dejado de quererte un solo día, es que distorsionas el concepto de querer. No quiero tu nombre, ni siquiera tu recuerdo en estas palabras, solamente serán los sentimientos, serán lo que no quiero que vuelva. Por esta vez quiero recordarte lejanamente sin sentir lo que regularmente sucede, ahora será con la cabeza fría y dejando la cursilería de lado.
Fríamente, te quiero en mi vida, pero no de la manera en la que te estás manifestando. Fríamente, quiero ser parte de tí, pero no de una manera fugaz. Fríamente, quiero que todo lo que prometiste lo cumplas.
Inconexas y faltas de sentido las líneas, así suelen ser los pensamientos cuando no se saben expresar. ¿Ustedes qué piensan?
Escribirte no es fácil, pero no es nada complicado: me mueve el deseo de exterarme, de romper el paradigma del silencio perpetuo que guardan muchas partes de mi persona y de una vez más, quizá no la última, dejar que todo salga poco a poco.
Lo hago por protección: ¿De qué sirve irte a dar en la madre en el muro?, ¿Tiene alguna utilidad tener que darte unos madrazos de vez en cuando? Sí, porque regresas a la realidad: te das cuenta de que realmente estás vivo. Pero esta vez no, no estarás en mis líneas. ¿Por qué? No quiero terminar de nuevo en el suelo, no quiero volver a toparme en ese muro tan familiar, no quiero que esta vez tu tibieza me afecte como suele hacerlo. Esta vez quiero dejarte ir.
Como dice la cancion: no es por eso que haya dejado de quererte un solo día, es que distorsionas el concepto de querer. No quiero tu nombre, ni siquiera tu recuerdo en estas palabras, solamente serán los sentimientos, serán lo que no quiero que vuelva. Por esta vez quiero recordarte lejanamente sin sentir lo que regularmente sucede, ahora será con la cabeza fría y dejando la cursilería de lado.
Fríamente, te quiero en mi vida, pero no de la manera en la que te estás manifestando. Fríamente, quiero ser parte de tí, pero no de una manera fugaz. Fríamente, quiero que todo lo que prometiste lo cumplas.
Inconexas y faltas de sentido las líneas, así suelen ser los pensamientos cuando no se saben expresar. ¿Ustedes qué piensan?