martes, octubre 25, 2005
Día de San Protacio
Hoy está el día demasiado extraño... demasiados shocks emocionales me sucedieron el día de hoy... está todo muy muuuuuy extraño...
Lo único que se me ocurre hoy es quejarme por algo: ¿por qué rayos la estúpida vida se burla cada que puede en nuestra cara y nosotros no tenemos nada que hacer más que quedarnos y chingarnos?... contesten en los comentarios...
martes, octubre 18, 2005
Para tí que no estás
martes, octubre 11, 2005
Lost in ITESO
- Care for a smoke?- dice mi subconsciente. A lo ke respondo levantándome y aceptando su débil propuesta.
Vagando por el campus, me topo con una persecución bastante peculiar: un tipo ke tiene toda la facha de extranjero es extrañamente asediado por dos mujeres; él, por más ke intenta dejarlas atrás, no puede lograrlo.
- Ya regresaste con tu novia?- pregunta una de las chavas
- No vamos a regresar- contesta el sujeto y sigue su camino.
Lo ke uno ve en tiempos de ocio en el ITESO, no lo creen?
Ocio de cafetería...
jueves, octubre 06, 2005
Que cursi

la fiebre cursi sigue rondando por mí, esto es como una historia que nunca sucedió a manera de ke si sucedió pero no sucedió como yo kise ke sucediera.... un pedote a fin de cuentas...
dedicado a fianna donde kiera ke estés...
Te ves hermosa con esa linda flor que tomaste en tu camino y pusiste en tu cabello, si supieras las maravillas que me haces sentir cuando sonríes, cuando hablas y reímos juntos.
Te amo cuando callas y dejas que nuestros corazones se hablen y digan todas las cosas maravillosas que planean hacer cuando por fin sea sólo uno. Te amo más cuando me diriges la palabra, cuando me das un consejo, una respuesta a uno de mis enigmas, cuando me dices tu frases favoritas, pero más, mucho más, cuando compartes un sentimiento conmigo.
Hoy cuando llegué aquí y te entregué esa rosa que llevas entre tus manos... quise llorar, pues nunca te había visto sonreír tan efusivamente como lo hiciste. Lo único que logré hacer fue quedarme ahí parado, hipnotizado por tu angelical sonrisa, caer muerto por unos momentos y después resucitar al sentir tus brazos rodeando mi cuello y tus labios besando tiernamente mi mejilla. Después de eso volví a sentir ese viejo sentimiento, que tantos prodigios como tristezas me ha proporcionado, todo eso que hoy siento por ti y hace que mi alma se desborde de alegría...
¿Preguntas por qué no he dicho nada? ¿te extraña que me haya quedado sin palabras?. No te alarmes, sólo es que no encuentro palabras para expresar todo lo que mi corazón siente por ti en estos momentos.
Me alientas para hablar, tomo tus manos entre las mías, estoy muy nervioso, tomo aire y empiezo a hablar... veo que bajas la vista cuando empiezas a oír todo lo que estoy diciendo, pareces reflexionar mis palabras, como si buscaras en ella alguna respuesta como si indicara que no crees nada de lo que estoy diciendo...
Por fin he terminado de decir todo lo que mi corazón quería expresar... te miro expectante, esperando alguna respuesta de tu parte... pero no la obtengo... sólo veo que clavas de nuevo tus ojos en los míos, sonríes y me besas... siento que la alegría de mi alma empieza a circular por todo mi cuerpo, dejo que se prolongue ese delicioso beso... un poco más... y después tomo tu rostro entre mis manos y pronuncio estas palabras, que en toda su extensión y letras engloban todo lo que hay en mí para ti...
TE AMO
Cursi
Estabas tan bella, triste y sola
No me dejaste pronunciar palabra,
Murmuraste algo a mi oído
Desde ese momento no dejo de pensar
Mi corazón y mi boca no dejan de murmurar
martes, octubre 04, 2005
Veridico? o enfermedad mía?
Me encuentro una vez más con este panorama tan singular de la calle a la que suelen concurrir personas que se quieren abandonar a sus placeres más bajos y dejar atrás todas las preocupaciones que dejan la vida diaria. Me adentro cada vez más en esta cuna de sueños frustrados, de fantasías de una noche, de mariposas sin alas, de princesas sin reino pero con mucha miel para todo el que la solicite.
Llego al lugar de costumbre, y ella me recibe como siempre, en su vestido entallado, un escote que deja entrever dos de los encantos que la poderosísima naturaleza (y la silicona) le proporcionaron; unos zapatos rosas de plataforma, que, según ella, sirven para tornear más sus voluminosas pantorrillas, que sobresalen provocativamente debajo de su proporcionado trasero apenas tapado por el trozo de tela que porta como vestido.
- Una vez que pruebas las mieles del amor, no queda otra cosa más que abandonarte a ellas.
No contesté, sólo opté por botar el seguro de la puerta y dejar a mi acompañante entrar en mi pequeño mundo.
Una vez más me dirige sus miradas furtivas, de las cuales quisiera huir, porque cada vez que ella brinda miradas de deseo no puede ocultar toda la tristeza profunda que se alberga en lo más recóndito de su ser.
Nos dirigimos hacia nuestro pequeño cubil de amor de siempre, un hotel con porte pobre, un encargado gordo y maloliente que nos identifica en cuanto cruzamos el umbral. No hace nada mas que preguntarme con la mirada que clase de aventura iré a tener esta noche.
- Solo serán unas horas, no es necesario que nos registres.
El hombre gigantesco hizo un gesto afirmativo con la cabeza y me lanzó el juego de llaves que casi golpean a mi misteriosa compañera, la tomo del brazo y nos dirigimos hacia ese lugar privado en los que se adoran a los ritos pasionales más simples.
Entramos en la ennegrecida posada temporal, ella en un movimiento impulsivo me arroja sobre la cama de agua y empieza a retirarme la vestimenta. Empieza lentamente desamarrando mis zapatos, liberando mis pies de su cárcel diaria; retira después las calcetas y empieza a masajear lentamente las articulaciones de mis dedos. Cada vez estoy más embriagado por las sensaciones que me produce esta compañera. Empieza a subir tímidamente con una mano entre mis piernas, mientras con la otra mano empieza a desabrochar mi camisa botón tras botón. Su fingida timidez tiene efectos devastadores en mi persona. Preso de una total lujuria la tomo entre mis brazos y arranco de un tajo su vestido, ante mis ojos quedan sus senos, libres de toda pena y colgando graciosamente; empiezo a bajar mis manos a través de su espalda blanca y suave hasta toparme con dos montes por los que cruza un canal. Empiezo a masajear tiernamente sus nalgas hasta que ella me quita los pantalones; después ella baja sus manos hábilmente y toma mi miembro y se acomoda firmemente sobre él, dejándome admirar completamente su silueta mientras el altar de Venus es asaltado por un intruso más.
Nuestro episodio terminó unas horas después, reclamando su paga se alejó sin decir más. Yo quedé tendido ahí, y ahí he de quedarme, hasta que quede totalmente repuesto de toda esta farsa momentánea que un amor mal logrado me ha empujado a cometer. De un momento a otro me siento culpable, culpable por haber utilizado a una mujer para saciar mi sed, cuando la fuente destinada para mí se encuentra enfrente de mí aunque yo no lo quiera ver. Al principio no me comprendo a mí mismo, pero después no tengo ni fuerzas para ponerme en pie, sumergido en una fatal melancolía fruto de los pensamientos que quise borrar en el mismo momento en que la dejé subir a mi auto. He de quedar aquí tendido hasta que pueda comprender que fue lo que en realidad pasó...
lunes, octubre 03, 2005
Promesa como amenaza
Estoy aquí, sentado, resistiendo lo más humanamente posible a este terrible dolor que mana desde lo más profundo de mi ser; estoy herido de muerte; cada parte de mi cuerpo se niega a ejecutar mis órdenes, mi vista se nubla, mi boca calla, mis oídos se cierran y me sumo a esas interminables sombras.
Entre sueños veo un crimen, algo terrible, indecible, que no me atrevería a decir si no estuviera a punto de morir. Veo un cadáver, su semblante está cubierto de dolor, penas y tristezas; contemplo un orificio en su entrecejo, un orificio de bala. Entra un hombre vociferando el terrible crimen, pregona que el arma fue el desprecio, la víctima la ilusión y la causa la pasión.
Tomo mi camino fuera de ese lugar y me encuentro a solas con el asesino, veo que busca respuestas, pero las respuestas que él busca residen solo en su cabeza. Buscar esas respuestas es como querer huir del pasado, siempre al buscar donde no debes terminas en el lugar en el que empezaste. Alguna vez se me dijo que buscara y encontraría, que pida y se me daría, pero soy como ese asesino, busco y no puedo encontrar, pido poco y recibo nada a cambio...
Toda esta atrocidad me recuerda todos esos momentos que viví junto a ella, viviendo mi vida taciturnamente, mintiéndome cada día con el sofisma de que todo había terminado para mí, impulsándome con ilusiones falsas en momentos que mi corazón y mi mente habían muerto tiempo atrás, viviendo de estas mismas ilusiones y alimentándome de una lástima que yo mismo provocaba.
CREER QUE EL DESTINO ERAS TU FUE LO QUE ME OBLIGÓ A MIRAR DENTRO DE MI OSCURIDAD Y DESPERTAR DE ESTE SUEÑO.
Realmente sigo preguntándome por qué nunca aprendí a decirte que no; tal vez porque viví aferrado a que la jarra no se seca hasta que cae la última gota, que podía luchar esta batalla y ganar la guerra...
Empiezo a caer profundo; contemplo mi mortal decisión: ¿he de quedarme aquí, tirado, apretar los ojos y desear que me desangre hasta morir? ¿o salgo arrastrándome de este agujero, ayudo a los que de verdad necesitan de mí, intento que este fuego no toque lo último que queda de mi carcomido corazón?
Tomé mi decisión, y ella se manifestó frente a mí. Una vez más prometió que acabaría con mi dolor, simplemente apuntó y disparó sin mayor titubeo. Caí abatido, todo lo que quedaba de mi lúgubre mundo se disolvió y me vi envuelto en sombras...
ME MATASTE, PERO TARDE O TEMPRANO TU CAERÁS AL IGUAL...