El jueves me encontraba en clase de matemáticas, el profesor estaba entregando calificaciones de los exentos y los demás sólo nos limitábamos a preguntar las calificaciones o a arrellanarnos en nuestro asiento y lamentándonos por no haber exentado.
Durante dicha entrega, en mi mente empecé a desear que, de un de repente, el profesor me nombrara y por alguna razón extraordinaria (le gusté, le gustó mi trabajo, etc.) me exentara... obviamente no pasó.
El martes presenté mi examen final, durante el cual el profesor me llamó... y sí... (no cochinos no me dijo que le gustaba), me entregó una hoja en la cual mi calificación final aparecería como un 8, con lo cual quedaba exento de hacer el examen.
De buenas a primeras no supe ni qué decir, pero después de analizarlo detenidamente y hacer números... decidí seguir contestando el examen.
Aún no sé si mi calificación mejoró, pero si alguna fuerza superior me hizo ese paro, mejor que me lo guarde para más adelante.
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1 comentario:
mmm que triste que ya hayan terminado las clases verdad? jajajaj :P que te vaya bien en estos largos 3 meses de vacaciones tabo, nos seguimos viendo zale? :P
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