Tengo unas ganas endiabladas de escuchar esa canción, y no tengo donde: el audio de Pancracia -para los que no sabían, así se llama mi lap- no pifa, no tengo audífonos que sirvan de mi mp3 genérico intercambiable, así que estoy jodido.
No es por desidia, incluso no creo que sea falta de inspiración ni de ganas, sencillamente dejé a un lado mi escritura. Mis ideas han estado un poco confusas, así que prepárense para una sesión de vómito como las que se acostumbran por acá.
El PAP me tiene un poquito vuelto loco, pero hoy ya pude anotarme la primera victoria: ya entregué el sistema de costos, un peso menos para mí. Virtualmente, eso representa el 50% de trabajo práctico del que tengo que entregar en el proyecto -por eso decía 50% entregado, Danushka-, lo que me da un poco de tranquilidad en estos días ajetreados de vacaciones. Tengo otro proyecto en puerta, el cual estará remunerado, así que a pegarle.
¿Qué pasó con mi historia personal? Pues los que ya saben, se han dado cuenta que es un torbellino. Algo sí les puedo decir: ayer escuché -más bien, leí- algo que quería escuchar para poder ya meterme un poquito más en el asunto. Se ha completado una de las tantas circunstancias que quiero que se den antes de poder dar un paso un poco más firme para lograr la meta que quiero. Es una mezcla entre felicidad y reflexión, tengo que escoger cuidadosamente los siguientes pasos.
Mis demonios no me dejan en paz. Creo que fue un avance poder haberlos platicado de cierto modo.
No estoy acostumbrado a tanta espera ni a tanta "ignorancia" por así decirlo. Me gusta estar informado, no me gusta estar en la duda. Estos meses he desarrollado un poquito mi paciencia, virtud que desgraciadamente estaba nula en mi persona. Sigo trabajando en ello. Es más, creo que me merezco un premio, a estas alturas generalmente ya estuviera llorando de la desesperación. Claro, de vez en cuando caigo en mis agujeros y es cuando quiero beber de la copa rota -si no me entendieron, me vale madres-, pero no es nada del otro mundo. Hay algo bueno: todavía no llega alguien que me corte por completo las alas. Como siempre he dicho: nadie dijo que fuera fácil, nada más hay que saber disfrutarlo.
Espero que un día la tecnología llegue a tal para que vean todas las imágenes y las historias que he formado en mi cabeza a raiz de todo este embrollo. El otro blog también está un poco olvidado, pronto me daré a la tarea de plasmar una de esas historias en él, y por qué no, ojalá se cumpla alguna de ellas.
Me borro, ya me cansé de intentar ponerle orden a esto.
No es por desidia, incluso no creo que sea falta de inspiración ni de ganas, sencillamente dejé a un lado mi escritura. Mis ideas han estado un poco confusas, así que prepárense para una sesión de vómito como las que se acostumbran por acá.
El PAP me tiene un poquito vuelto loco, pero hoy ya pude anotarme la primera victoria: ya entregué el sistema de costos, un peso menos para mí. Virtualmente, eso representa el 50% de trabajo práctico del que tengo que entregar en el proyecto -por eso decía 50% entregado, Danushka-, lo que me da un poco de tranquilidad en estos días ajetreados de vacaciones. Tengo otro proyecto en puerta, el cual estará remunerado, así que a pegarle.
¿Qué pasó con mi historia personal? Pues los que ya saben, se han dado cuenta que es un torbellino. Algo sí les puedo decir: ayer escuché -más bien, leí- algo que quería escuchar para poder ya meterme un poquito más en el asunto. Se ha completado una de las tantas circunstancias que quiero que se den antes de poder dar un paso un poco más firme para lograr la meta que quiero. Es una mezcla entre felicidad y reflexión, tengo que escoger cuidadosamente los siguientes pasos.
Mis demonios no me dejan en paz. Creo que fue un avance poder haberlos platicado de cierto modo.
No estoy acostumbrado a tanta espera ni a tanta "ignorancia" por así decirlo. Me gusta estar informado, no me gusta estar en la duda. Estos meses he desarrollado un poquito mi paciencia, virtud que desgraciadamente estaba nula en mi persona. Sigo trabajando en ello. Es más, creo que me merezco un premio, a estas alturas generalmente ya estuviera llorando de la desesperación. Claro, de vez en cuando caigo en mis agujeros y es cuando quiero beber de la copa rota -si no me entendieron, me vale madres-, pero no es nada del otro mundo. Hay algo bueno: todavía no llega alguien que me corte por completo las alas. Como siempre he dicho: nadie dijo que fuera fácil, nada más hay que saber disfrutarlo.
Espero que un día la tecnología llegue a tal para que vean todas las imágenes y las historias que he formado en mi cabeza a raiz de todo este embrollo. El otro blog también está un poco olvidado, pronto me daré a la tarea de plasmar una de esas historias en él, y por qué no, ojalá se cumpla alguna de ellas.
Me borro, ya me cansé de intentar ponerle orden a esto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario