Hoy me siento como se siente un niño que se levantó temprano ante la promesa de que le iban a llevar a un parque de diversiones, solamente para encontrarse que no era cierto...
Me siento de la real fregada, y no es la primera ni la última, que es lo peor. Ayer me pasó algo que no veía venir: leyendo, me di cuenta de que ese plan que tenía, va a valer madres sin tener que haber empezado, simplemente volví a apostar todo ante una mano ciega, sin tener nada qué ganar. Anoche no dormí, y llevo varias noches así, sin dormir, pero ahora no dormí porque me la pasé chillando como Magdalena toda la santa noche, me sentía muy mal, todavía me siento. Como dice la canción: hoy estoy peor que ayer, pero mejor que mañana.
No sé por qué sigo con la estúpida manía de hacerme ilusiones con algo que ni siquiera es totalmente seguro, por qué continuo lanzándome al ruedo sin voltear a ver el toro que viene saliendo puestísimo a partirme la madre. Una vez más me ha pasado, no me cuidé y me ilusioné.
Nunca pensé enterarme por ese medio que, a pesar de todos los posibles esfuerzos que haga por crear algo, por poder lograr la meta mínima de lo intenté, me iba a dar el frentazo cabronsísimo y tendría que bajar la guardia mucho antes de que la pelea empezara...
Hoy es uno de esos días en los que necesito desesperadamente un abrazo, pero no hay quien me lo de. Un día tremendamente solitario, y eso que apenas es mediodía. Todavía siento ganas de llorar, y muchas, pero no puedo, porque mi familia me rodea, y si saben el motivo de mi llanto, el que va a terminar regañado soy yo y la verdad no estoy para que me estén reclamando. Intento vivir mi vida lo mejor que puedo, pero el destino se empeña en cagarse de la risa en mi cara y nada más decirme: pobre wey, ahí vas de nuevo, nada más no aprendes.
El médico me recomendó vacaciones, me urgen, pero también irme hasta la punta de un cerro a llorar y gritar todo lo que pueda...
La canción de título es de Enrique Bunbury, la letra en sí no tiene relación con lo que escribo, pero era la canción que estaba escuchando mientras escribía esto, así que la puse, y ya...
¿Por qué carajos no me di cuenta antes?
Me siento de la real fregada, y no es la primera ni la última, que es lo peor. Ayer me pasó algo que no veía venir: leyendo, me di cuenta de que ese plan que tenía, va a valer madres sin tener que haber empezado, simplemente volví a apostar todo ante una mano ciega, sin tener nada qué ganar. Anoche no dormí, y llevo varias noches así, sin dormir, pero ahora no dormí porque me la pasé chillando como Magdalena toda la santa noche, me sentía muy mal, todavía me siento. Como dice la canción: hoy estoy peor que ayer, pero mejor que mañana.
No sé por qué sigo con la estúpida manía de hacerme ilusiones con algo que ni siquiera es totalmente seguro, por qué continuo lanzándome al ruedo sin voltear a ver el toro que viene saliendo puestísimo a partirme la madre. Una vez más me ha pasado, no me cuidé y me ilusioné.
Nunca pensé enterarme por ese medio que, a pesar de todos los posibles esfuerzos que haga por crear algo, por poder lograr la meta mínima de lo intenté, me iba a dar el frentazo cabronsísimo y tendría que bajar la guardia mucho antes de que la pelea empezara...
Hoy es uno de esos días en los que necesito desesperadamente un abrazo, pero no hay quien me lo de. Un día tremendamente solitario, y eso que apenas es mediodía. Todavía siento ganas de llorar, y muchas, pero no puedo, porque mi familia me rodea, y si saben el motivo de mi llanto, el que va a terminar regañado soy yo y la verdad no estoy para que me estén reclamando. Intento vivir mi vida lo mejor que puedo, pero el destino se empeña en cagarse de la risa en mi cara y nada más decirme: pobre wey, ahí vas de nuevo, nada más no aprendes.
El médico me recomendó vacaciones, me urgen, pero también irme hasta la punta de un cerro a llorar y gritar todo lo que pueda...
La canción de título es de Enrique Bunbury, la letra en sí no tiene relación con lo que escribo, pero era la canción que estaba escuchando mientras escribía esto, así que la puse, y ya...
¿Por qué carajos no me di cuenta antes?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario