Impermeable

"Mientras otros se derriten, yo solamente me oxido"

La frase llegó mientras pensaba que, ante las aguas del amor, muchos optan por derretirse, mientras los que se consideran "de hierro" o "impermeables", no hacen más que oxidarse ante ellas.

Ha sido tema últimamente como muchas relaciones están hechas como la gran mayoría de los productos que se usan estos días: con una fecha de caducidad, o mejor dicho, hechos para que se echen a perder en determinado tiempo. No obstante, se está creando, a la par de la prisa que tiene este mundo o por que se acabe o por que nosotros nos lo terminemos, lo que yo suelo llamar relaciones de microondas.

No será muy diferente de un one night stand, solamente con la diferencia de que no solamente te encuentras con esa persona por mero placer, nomás para echar el palo, dicen en mi rancho. Ahora, se está buscando un sustituto de azúcar: una figura que, aunque no esté presente con el título nobiliario que merece la pareja, que sirva simplemente para lo que un día/noche de soledad exija: una mano que tomar, unos brazos que te acogan en ellos o unas piernas que se abran/donde sentarse. Ahora bien, como dicen, todo en exceso es malo, al igual que es una posición bastante peligrosa. ¿Por qué? Existe una teoría de alguien cercano a mí que dice que entre un hombre y una mujer es muy difícil (sí no es que imposible) que exista una amistad verdadera, siempre tiene que haber algún tipo de atracción o terminación en enamoramiento por alguna de las partes.

Es cierto que descargar las pasiones siempre ayuda: a algunos ahí les toca manuela, otros buscan precisamente el sustituto que estoy planteando, quizá los demás acudan a las que tienen nombre de guerra, pero en algún punto la necesidad se vuelve tal, que quizá se llega a exigir algo más.

¿A dónde quiero llegar? Cuando se trata de un free, que es precisamente lo que estoy planteando como sustituto: alguien que te dé lo que tú necesitas sin tener alguna atadura y/u obligación de por medio. Esa relación de no strings attached, como bien puede pasar en una relación duradera, tarde o temprano termina siendo, por alguna de las partes, con algún deseo de exigencia o compromiso. ¿Por qué?, precisamente porque entre los humanos es difícil separar el placer de la necesidad.

¿Qué tan difícil puede ser decirle que es meramente físico? Quizá los que se digan caballeros dirán que no quieren hacer sentir a la otra como puta, al decirle algo así como solamente te quiero para coger, pero cuando desde un principio saben y aceptan estas condiciones, ¿por qué vendrá el sentimiento de culpa o la exigencia posterior? Precisamente por lo que digo antes: no se sabe separar bien el placer de la necesidad.

¿Dónde residirá esta diferencia? El placer es momentáneo, dura solamente unos minutos, unas cuantas horas. En cambio, la necesidad llena un hueco quizá duradero, quizá no, dada la naturaleza o la posiblidad de no siempre encontrar el correcto a la primera. Entonces, ¿por qué existen tantos corazones rotos por estas situaciones? Quizá será porque el placer ya se convirtió en una necesidad.

Hacer que se entienda esa realidad es en sí una tarea muy difícil, pues es un acuerdo que muchas veces se queda tácito hasta la pregunta obligada de: entonces, ¿qué somos?. Es una transacción sin dinero, un intercambio quizá no tan justo pero sustancioso para ambas partes. El secreto está en mantener la postura.

Quizá a eso me refería cuando pensé en personas impermeables.