No, no está tan mal.
No está tan mal el hecho de que estemos juntos, uno al lado del otro, compartiendo unos momentos en los cuales tú luchas por no dormirte y yo busco la manera de encontrar tus manos. Ni siquiera la cercanía que logra ocultar la distancia real que hay entre los dos.
Pasar esos momentos, pensarlos después. Recordarlos, atesorarlos, grabarlos en tu corazón para tenerlos presentes. Volverte parte de mi vida, estar presente en mi pensamiento, no está tan mal. Me revitaliza, eleva y vuelve a hacerme creer que el amor no está tan mal.
Ser parte de un sueño, tal vez de una idea. Una canción, un abrazo. Una sonrisa, tus ojos. No sé, hay algo que me dice que no está tan mal. Encontrar mil razones por las cuales lo nuestro no puede ser, pero solamente buscar una para que todo pueda suceder, es más que suficiente.
No pensar en los demás y pensar en un nosotros, en ser tu y ser yo. Encontrar ese preciso momento en que todo tenga que empezar, ese lugar que recordaremos como el santuario: el inicio. Salir de ese bache, volver a voltear a ver al sol y sonreír.
Querer buscar alguien en quién pensar, alguien que piense en tí nada más por ser quien eres. Alguien que no te niegue un abrazo, que si buscas un beso lo tenga, que su mano llene los agujeros que hay entre tus dedos, y tu los suyos. Dejar de ser dos para ser uno solo. Eso, no está tan mal.
No está tan mal que lo quieras pensar. Lo que está mal es que lo quieras dejar pasar.
No está tan mal el hecho de que estemos juntos, uno al lado del otro, compartiendo unos momentos en los cuales tú luchas por no dormirte y yo busco la manera de encontrar tus manos. Ni siquiera la cercanía que logra ocultar la distancia real que hay entre los dos.
Pasar esos momentos, pensarlos después. Recordarlos, atesorarlos, grabarlos en tu corazón para tenerlos presentes. Volverte parte de mi vida, estar presente en mi pensamiento, no está tan mal. Me revitaliza, eleva y vuelve a hacerme creer que el amor no está tan mal.
Ser parte de un sueño, tal vez de una idea. Una canción, un abrazo. Una sonrisa, tus ojos. No sé, hay algo que me dice que no está tan mal. Encontrar mil razones por las cuales lo nuestro no puede ser, pero solamente buscar una para que todo pueda suceder, es más que suficiente.
No pensar en los demás y pensar en un nosotros, en ser tu y ser yo. Encontrar ese preciso momento en que todo tenga que empezar, ese lugar que recordaremos como el santuario: el inicio. Salir de ese bache, volver a voltear a ver al sol y sonreír.
Querer buscar alguien en quién pensar, alguien que piense en tí nada más por ser quien eres. Alguien que no te niegue un abrazo, que si buscas un beso lo tenga, que su mano llene los agujeros que hay entre tus dedos, y tu los suyos. Dejar de ser dos para ser uno solo. Eso, no está tan mal.
No está tan mal que lo quieras pensar. Lo que está mal es que lo quieras dejar pasar.
1 comentario:
No unicamente no está "tan mal"... sino que, al final de cuentas, no está "nada mal"
Tuve una tarde de perros ¬¬
Paz
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