En casi todo el transcurso de mi vida, he encontrado canciones que se adecúan perfectamente a momentos en la misma. Hace algunos meses, tenía un par de canciones que describían totalmente mi situación. Ahora, solamente queda esta:
Hoy no voy a cantarle al sol, ni al mar,
ni a las estrellas, ni a casitas de muñecas.
Hoy solo quiero contar cómo me siento,
estoy viviendo un día en blanco y negro.
Así que no me vengan a hablar de amor
porque yo soy un monumento al mal humor
y mi sonrisa siempre fue una mala actriz.
¿Cómo puede una ciudad estar tan gris?
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
y en un revés a mi destino, un día de estos yo me animo.
Hoy no hay metáforas, hoy voy a ser sincero
las cosas no me están saliendo como quiero.
Es una tarde donde siento que una fiesta
sería dormir 35 años al siesta.
De vez en cuando caigo en estos agujeros,
pide licencia el humor que siempre tengo.
Soy mil de azúcar para una sola de sal,
tengo derecho yo a sentirme un día mal.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
y en un revés a mi destino, un día de estos yo me animo.
Me voy a ir a vivir a la montaña,
donde todo es poco pero igual alcanza.
Me voy a ir a vivir a la montaña,
y que me despierte el sol en la mañana.
Hoy no voy a cantarle al sol, ni al mar,
ni a las estrellas, ni a casitas de muñecas.
Hoy solo quiero contar cómo me siento,
estoy viviendo un día en blanco y negro.
Así que no me vengan a hablar de amor
porque yo soy un monumento al mal humor
y mi sonrisa siempre fue una mala actriz.
¿Cómo puede una ciudad estar tan gris?
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
y en un revés a mi destino, un día de estos yo me animo.
Hoy no hay metáforas, hoy voy a ser sincero
las cosas no me están saliendo como quiero.
Es una tarde donde siento que una fiesta
sería dormir 35 años al siesta.
De vez en cuando caigo en estos agujeros,
pide licencia el humor que siempre tengo.
Soy mil de azúcar para una sola de sal,
tengo derecho yo a sentirme un día mal.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura.
No hay luz en casa, pero con la vela alcanza
y en un revés a mi destino, un día de estos yo me animo.
Me voy a ir a vivir a la montaña,
donde todo es poco pero igual alcanza.
Me voy a ir a vivir a la montaña,
y que me despierte el sol en la mañana.
La montaña - Los Caligaris.
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