jueves, septiembre 29, 2005

Amor o necedad en un día de mierda

Bueno, esto es algo ke acabo de escribir... producto de mi día de mierda... espero les guste... y si no pos mientenme de madres... al cabo no me awito más de lo ke debo

Existo al pensar, pienso al amar, pero amo sin esperar nada a cambio. Quizá esa es una de las más grandes de mis desgracias, el peor de mis triunfos, el mejor de mis fracasos; tal vez es la manera más fácil de vivir un amor que nunca se llegará a realizar, de formar sueños que cada día se nos difuminan más, de construir castillos en las nubes y de llenar nuestros corazones de algo tan vacío y falso como lo es el hubiera.

Ahora pienso, entiendo y comprendo el por qué elegí el amarte y no esperar tu correspondencia. Encontré algo en ti que nunca creí hallar en una persona de tu talle, pues casi todas las personas que conozco que son como tú (y como tú ninguna), nadie había demostrado con hechos que vive conforme a lo que dicta su corazón, y no ante lo que es la razón. Tal vez esto sonará muy subjetivo, pero cuando se actúa con el corazón no se pueden esperar mas que numerosos fracasos y pequeños, pocos pero fructuosos triunfos. A mi ver nada puede salir mal si se actúa con el corazón, pues si este dicta tus actos, puedes estar seguro de que todas las decisiones que tomes están bien tomadas y bien reguladas por tus deseos.

Sigo disertando acerca del origen del amor, de este amor, y llego a conclusiones variadas: tal vez los que amamos sin pensarlo nos tornamos un poco egoístas, pues nada más buscamos nuestro beneficio al buscar que la otra persona nos ame, pero a la vez nosotros jugamos el todo por el nada, esto es, no pedimos nada a cambio, lo damos todo y no nos fijamos en lo que pueda pasar ni reparamos en las consecuencias; este amor es el que más duele, pero el que más se disfruta cuando se llega a culminar, cuando se logra y se desarrolla.
Quizá otra razón es que buscamos encontrar un estado mental en el cual escapar a nuestra burda realidad, de olvidar todo lo que pasa en nuestra monótona y aburrida vida, salir de este universo e irte a pasear ahí donde todas las sensaciones se maximizan y se viven y se sienten al máximo, ahí donde se puede experimentar hasta lo más escondido que desea fervientemente nuestro corazón.
O tal vez muchos aman porque no tienen nada mejor que hacer. Bien lo dijo la Madre Teresa muy inteligentemente: ama hasta que te duela. Hacer un amor desinteresado puede ser que duela, vaya que lo sé, pero no es justo que ames hasta que te duela sin que veas alguna retribución hacia tu persona. Está bien que el standard de un amor verdadero es que es desinteresado, pero por más que sea desinteresado, yo creo que nadie daría su corazón desinteresadamente, pues por lo menos debes sentir la satisfacción del que recibe tu amor, creo que eso es lo mínimo que podrías esperar de alguien a quien estás amando tan fervientemente.

Así termino estas burdas disertaciones: te quise tanto que llegué a amarte, te amo tanto que me duele, y porque me duele no me gusta; lo único que quise es que dejaras de ver mi cara y voltearas a ver mi corazón. Suena un poco egoísta, pero todo lo que hay en mi está hecho para ti y no va a ser para nadie más que no seas tú y la única persona con la que quiero compartir mi vida eres tú. Ya no quiero seguir amándote en silencio, quiero salir y gritar a los cuatro vientos que te amo y que quiero que compartamos todo lo que resta de nuestras vidas, y así, complementarnos mutuamente y vivir la ilusión que mantiene vivo a este pobre mundo que va corriendo hacia un Apocalipsis provocado: el amor.

No hay comentarios.: