Crecer y Pertenecer

Aunque no les importe, el título de la canción que estoy escuchando lo pongo desde un principio. Ahora el título también parece de alguna clase de ensayo, posiblemente termine siendo uno, pero por lo pronto ahí está.

Esta entrada podría estar un poco confusa, hoy voy a tratar de sacar todos los temas que he querido tocar con alguien, pero desafortunadamente los interesados o no están disponibles o simplemente no les interesa escuchar lo que yo tenga que decir, así que si se pierden en el hilo, no se preocupen, son solamente desvaríos.

He empezado a notar que este blog se ha visto influenciado en gran medida por otros. Ya sea en estructura, temas, títulos o cualquier otra cosa, pero me he visto grandemente influido por ciertas corrientes. Algún afortunado que leyó las primeras entradas de este pobre espacio (que ya va cercano a su tercer año de existencia) solían ser un tanto crónicas de los días que pasaba, ya sea en la escuela o en mi fin de semana. Poco a poco fue deformando en un espacio para desahogar de una manera casi literaria mis corajes, sentimientos, amor, desamor, etc. Terminó siendo un desmadre total. Si pueden, dense un tour por los posts antiguos y se encontrarán cada cosa que ni yo sé qué hace aquí. Pues total, este blog está influenciado, y que.

He estado recordando últimamente pasajes de mi vida, al igual que han estado pasando cosas realmente curiosas. Por fin supe de ese alguien que mencioné en el post anterior, la cosa sigue ahí, inconclusa, sin rumbo. La incertidumbre continúa, pero lo curioso es que sigo ilusionado... normalmente ya habría tirado la toalla.

Este fin de semana fue particularmente excepcional, corroboré aspectos de mi personalidad que yo creía que eran mentira, puesto que me lo mencionaban demasiado (no por el hecho de que lo mencionen, sino las personas que lo mencionaban) y yo realmente no lo creía, pero bueno, pasó y lo comprobé. También me di cuenta de algo: a diferencia tuya mujer, que tu escribes para ver las reacciones de las personas y descubrir sus sentimientos hacia tí, yo escribo esperando que mi escritura tenga reacción alguna en las personas, y tal vez así descubrir sus intenciones y sentimientos. Curiosamente, mis escritos si han tenido reacciones en las personas: en algunas ocasiones no fue muy grata, porque hay ojos indiscretos que se posan en algunas de estas líneas, y en otras fue algo que no me esperaba (los que saben de que estoy hablando, entenderán cual será la que no me esperaba), pero a fin de cuentas, el propósito central de mi escribir, hasta hoy, no se ha visto realizado.

Es curioso como a pesar de vivir tantas cosas, el ser humano nunca aprende realmente a enfrentar alguna dificultad. Dicen, por ejemplo, que la primera muerte de algún ser querido que sufre una persona es la más dura; otros dicen que al haber fracasado una vez en el amor, ya se aprendió o a buscar bien a la persona indicada o a enfrentar el golpe que ofrece el no haber triunfado. O yo soy la excepción que confirma la regla, o estoy atinando un punto humano: la capacidad de aprendizaje del ser humano se ve mermada cuando se refiere a sentimientos: nos seguimos enamorando de las mismas personas o no las dejamos ir, siguen muriendo parientes y seguimos haciendo dramas dignos de película, seguimos llorando por una mujer (u hombre, según sea el caso) y seguimos sintiéndonos miserables cuando, según nosotros, no hemos logrado nada en la vida, siendo que estamos en el ápice más grande de nuestra existencia: apenas estamos tomando vuelvo.

Recuerdo muy bien que, en años pasados, cuando me sentía así, escribía. No eran escritos como este, al contrario, eran llenos de algún sentimiento: odio, amor, rencor, etc. Curiosamente, en esa época, cuando los escribía, las pocas personas que tenían la suerte de leerlos, les parecían fascinantes, hasta un maestro llegó a elogiar alguno de mis escritos. Hace poco, cuando Fery se me fue a Cancún, retornó a mis manos un cuaderno que solía tenerlos, se me hace más curioso que, ahora que los leo, después de los elogios y aplausos, a mí no me gustaron. No me pregunten por qué, pero no les encuentro tanto gusto como a los recientes, siento que apenas refinaba mis temas y mi vocabulario.

Ya esta entrada está un poco larga, pero no me importa, voy a seguir escribiendo.

Tengo ya bastante que no escribo. Ya no siento que me llegue la inspiración como solía llegar. Volveré tal vez a las entradas cortas, esas sí que me gustaron cuando las hice. Dejaré la crónica existencial (otra influencia) y volveré a las cosas mundanas que solía publicar por aquí. Volveré a las confesiones de amor, a las expresiones de coraje y demás tonterías que suelo poner en este espacio a la menor oportunidad. A los ojos indiscretos: jódanse y no estén molestando. A los que leen y no comentan, gracias por tomarse su tiempo. A los que comentan, gracias también.

Pues yo creí que se iba a enfriar el asunto mientras no supiera de ella, pero resulta que no, porque volví a saber de ella y me volví a emocionar, resumen: me estoy enamorando.

Ya acabé, si no le entendieron es su problema.

Canción de título de Forseps. No siempre pongo una canción que tenga algún signficado o relación con lo que escribo, es simplemente la canción que escucho mientras empiezo a escribir.