jueves, septiembre 18, 2008

Vicios

Yo soy de esas personas que pueden cambiar un vicio por otro: ¿por qué cambiar? Nada más se sustituye.

Pensémoslo: inicialmente cambiamos el pecho/biberón por las tacitas con boquilla, luego fueron los vasos. El vicio era lo de adentro: primero leche, luego jugos y/o refrescos, que tal vez derivaron en alcohol o en otras cosas, quién sabe.

No sé si quede clara la idea, pero lo que quiero decir es esto: quizá no pueda cambiar todo, pero sí te aseguro que puedo cambiar una cosa por otra, que a la larga, nos beneficie a ambos.

Gracias.

1 comentario:

Antonio Cárdenas dijo...

Creo que en mi vida había considerado un vicio beber leche o jugo.
Todavia no lo hago.

Aunque algo si, dicen que hay que ir cambiando los malos hábitos por los buenos.