miércoles, marzo 24, 2010

Evasiones

El día de anoche, al regresar de mi clase de baile -sí, estoy yendo a clases de salsa lineal, el chisme estará más adelante de este post- me encuentro con una actualización de status en el fabuloso Facebook por parte de una amiga diciendo que se sentía triste. Claro, viniendo una frase así de una chava como ella -cabe mencionar que la mujer en cuestión está guapa y tiene su pegue-, no se hizo esperar el alud de comentarios tanto preguntando qué pasa como ofreciendo el apoyo que se merece. Efectivamente, tal cual como lo pensaron, la mayoría eran hombres, y sí, yo también comenté. Uno de los comentarios o respuestas de la mujer ante las frases que ahí se plasmaron me dio mucha curiosidad, y como ahorita estoy en el trabajo sin hacer absolutamente nada, creo que me daré el tiempo de pensarla.

La chava comentaba que mientras se esté distraído con trabajo/escuela, amigos y demás, se olvidan los problemas. Creo que es cierto hasta el punto en el que el problema puede tomar dos cursos: o se hace más grande y ya nos cargó la chingada o eventualmente desaparece. Esto último sería lo más cómodo, pues mientras uno anda fiestando, agarrando pedotas y redepente portándose mal, pues qué a toda madre, ¿no? En cambio, cuando regresas a la realidad, a la depresión post-party, es cuando te llega el balde de agua fría y vuelves a ver el problema tal y como lo es.

¿En qué se distraen ustedes?

Últimamente he encontrado buena manera de canalizar las energías en el baile. La verdad, ese ejercicio está con madre. Es normal que una mujer sienta más inclinación hacia querer aprender a bailar y los pocos o muchos que nos animamos a tomar clases muchas veces tenemos que estar defendiendo nuestra orientación sexual. Pero vamos, todos aquellos que de nenas no nos bajan se mueren de la envidia cuando nos ven sacar a la "chava más guapa del antro" y bailar como los dioses mandan con ella. Con un poco de suerte, ahí ya sacaste desde un ligue de un one night stand hasta una relación duradera. Trust me, lo he visto.

Así que, efectivamente: estoy en un curso intensivo de salsa lineal. ¿Por qué intensivo? Gracias a un acoso excesivo por parte de una de las alumnas de salsa básica, y por el proteccionisimo que siempre ha mostrado la maestra por mí -la conozco desde hace un par de años-, tuve que hacer el esfuerzo y pegar el brinco al curso de intermedios-avanzados. Está siendo bueno, porque siento que estoy avanzando a pasos agigantados en ese sentido, además de que estoy recuperando la condición que me quita la vida de oficinista. Prepárense, me volveré de nuevo a convertir en el rey del biutiful.

En fin, creo que será momento de seguir haciéndome wey en el trabajo. ¿Alguna sugerencia?

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