lunes, mayo 03, 2010

Bravo

Fuerzas titánicas son las que se necesitan para llevar a cabo un asunto que parece más perdido que nada. Todos aquellos que abogamos las causas perdidas -así lo parecen, no necesariamente es que lo sean- pareciera que tenemos fuerzas interminables. Quizá no sea así, y es que nada más nos obstinamos en seguir adelante con empresas que en algunos momentos puedan no desembocar en algo relativamente nuevo. Creo que es más que nos gusta sufrir.

Dicen que la vida es fácil, solamente nosotros nos empeñamos en complicarla: que el trabajo, que el dinero, que el amor. Está bien, no somos seres totalmente individuales -hasta el más social necesita recluirse de vez en cuando- y necesitamos de los demás, pero si se rompiera esa dependencia de los demás, otra historia sería. Sería bueno no necesitar a nadie cuando se está triste, no tener que trabajar para subsistir y ocupar el tiempo en cuestiones mentales. La educación mental puede traer un equilibrio interesante: hacer solamente lo necesario y no darle paso a los impulsos emocionales que tantos problemas causan.

Es repetitivo, siempre es la temporada. Estos días es cuando estoy que me carga la chingada.

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