martes, noviembre 15, 2005

La jungla

La conocí por primera vez una tarde soleada, de esos días en los que te levantas de tu cama esperando que por fin pase algo bueno en tu vida. Iba llegando al lugar de siempre, ya de noche, dispuesto a tomar esa clase que aunque no quiera debo tomar, recordando lo que había pasado esta tarde:

Caminaba por mis rumbos de costumbre, y una voz perturbó mi caminar, preguntaba direcciones para un lugar que yo conocía muy bien, pero que omitñi al principio para poder admirar por más tiempo la belleza que estaba parada frente a mí, perdida en una jungla de mentiras, dobles caras e hipocresías. Sólo me detuve en sus ojos, no pude hacer más que temblar nerviosamente y por fin balbucear la respuesta a la pregunta que lanzó. Al irse, quedó grabada en mí esa mirada, grabada como esa canción que te gusta tanto escuchar y no sacas de tu mente simplemente porque te gusta, no necesitas más razones.

Al tomar mi asiento, ya por la noche, la vi de nuevo, ella al principio pareció no reconocerme, pero yo esos ojos, esa mirada, ese porte despreocupado no lo habría de olvidar (¿por qué olvidarlo?). Se sentó junto a mí. Esperando un momento que nunca llegó me quedé callado.
Al fin comentó de alguien que le pareció gracioso, pues a su inseparable amiga platicó el episodio que vivió por rumbos desconocidos para ella. Del episodio sólo podía recordar que la persona no pudo quitarle los ojos de encima, y por consiguiente se puso nervioso.

- Nunca me había pasado algo así. - Comentó.

Yo lo que hice fue mirarla de nuevo, nuestros ojos se encontraron de nuevo ante la señal que le hizo su amiga. Su mirada denotaba sorpresa, mientras la mía mostraba todo el caos que se manifestaba dentro de mí, todas esas palabras que quisiera prodigarle pero que no puedo lanzar ante un inminente rechazo. Ella solo se volteó, mientras que yo me quedé sumido en las tinieblas de mis pensamientos, esperando que algún día mi fuerza sea la suficiente como para declarar mis sentimientos, hacer cualquier cosa por sentir su calor, tener su compañía y dejar de una vez por todas la soledad que me viene minando desde hace tiempo...

Algún día...

No hay comentarios.: